La Artritis Reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria sistémica crónica, autoinmune y de origen desconocido. Se caracteriza porque produce inflamación de la membrana sinovial de las articulaciones y de sus tejidos circundantes.
Afecta principalmente al 1% de la población humana con una incidencia de mujer-varón de 3:1, produciendo síntomas diversos como rigidez matinal, fatiga, dolor e incapacidad funcional. En casos severos compromete a las actividades diarias de las personas que la padecen, alterado aspectos físicos como son el desplazamiento, su cuidado personal, las actividades ocupacionales o de recreación pudiendo impactar en el ámbito social y psicológico.
El problema es que los síntomas de la AR tienen un impacto en el individuo incluso antes del diagnóstico, ya que es una enfermedad de comienzo insidioso y pueden pasar meses antes de que el paciente busque consulta médica. En ese sentido el tratamiento precoz es fundamental para lograr mantener una buena calidad de vida.
El único estudio a nivel poblacional realizado en Chile estimó la prevalencia de la enfermedad en 0.46% (IC 95% 0.24 a 0.8). Considerando estos últimos valores y población chilena actual, ello implicaría que el número de individuos con AR en Chile estaría entre 27.000 y 90.000 pacientes (datos MINSAL).
Este mezcla por un lado la historia del paciente (dolor articular persistente e inflamación que afecta al menos tres articulaciones, síntomas que se presenten de manera simétrica en las articulaciones metacarpo-falángicas (manos) o metatarso-falángicas (pies), y/o con rigidez matutina que dura más de 30 minutos) sumado a exámenes de laboratorio, específicamente la medición de Factor Reumatoide (FR). También se debe considerar la medición de anticuerpos anti-CCP en aquellas personas con sospecha alta de AR con resultados negativos de FR.
Es importante informar y educar al paciente sobre su patología para que se transforme en un activo colaborador de su tratamiento.
Está demostrado que los ejercicios para fortalecer y flexibilizar la musculatura unas 2 veces por semana mejora la funcionalidad de la persona. La intensidad de los ejercicios debe ser específica para cada individuo enfocado en el beneficio funcional y en evitar el progreso del daño articular, por lo que es de mucha importancia que sean supervisados por un profesional de la salud.
En Clínica Raquis tenemos Kinesiólogos capacitados para el manejo de AR con un tratamiento personalizado durante la sesión y enfocado a la mejora de los hallazgos encontrados como cambios en el rango de movimiento, debilidad muscular, contractura muscular, coordinación en movimientos, etc. Por otro lado creamos programas de ejercicios acorde a cada persona para hacer partícipe a esta de su tratamiento y hacerlo responsable de su mejora. El objetivo final es favorecer la funcionalidad y generar una mejor calidad de vida.
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Kinesiólogo Claudio Villena
Clínica Raquis